domingo, 3 de marzo de 2013

Se acerca el Cónclave...


Despues de hacerse oficial  la renuncia de Benedicto XVI el jueves 28 de febrero a las 19h00 GMT, cerca de 1.196 millones de católicos esperan con ansiedad el resultado del Cónclave que comenzará en marzo.
El término cónclave procede del latín “cum clavis" ("bajo llave"), por las condiciones de reclusión y máximo aislamiento del mundo exterior en que debe desarrollarse la elección, con el fin de evitar intromisiones de cualquier tipo.
La Capilla Sixtina del Vaticano es el lugar donde se celebrará el Cónclave

Normas 

Juan Pablo II modificó las normas anteriores sobre el Conclave, están vigentes las reflejadas en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis (UDG), sobre la Vacante Apostólica y la elección del nuevo Pontífice (22 de febrero de 1996).
Entre ellas se destacan: La cantidad máxima de electores teóricos es 135; la edad límite para ser cardenal elector es 80 años. Los cardenales que hayan cumplido esa edad no pueden elegir, pero sí pueden ser elegidos.
Los electores pueden residir mientras dura el cónclave en la Casa de Santa Marta, ir a las capillas para las celebraciones litúrgicas,  pasar por las áreas por donde deban desplazarse para ir de un punto a otro, e incluso pasear y descansar en los  jardines vaticanos, pero manteniendo la rigurosa prohibición de cualquier clase de contacto con el mundo exterior

La elección deberá ser exclusivamente por escrutinio y el resultado será por la mayoría de dos tercios necesaria para elegir a un Papa;  Diariamente habrá dos sesiones, una por la mañana y otra por la tarde, con dos votaciones en cada una, salvo resultado positivo en la primera;
Si se escribe más de un nombre el voto es declarado nulo; Si el número de votos es distinto del de votantes, se queman las papeletas y se repite la votación; en ningún caso se contempla la abstención de los electores
Tras cada sesión de escrutinio (dos votaciones) las papeletas de voto y las notas de los escrutadores se queman en una estufa preparada al efecto,  el humo sale entonces por una chimenea sobre el tejado de la Capilla Sixtina, si es blanco es la señal que anuncia al mundo la elección de un nuevo Papa.

Candidatos

Del total de 210 miembros del colegio cardenalicio, 117 son cardenales electores, procedentes de 47 países.
61 proceden de Europa, Italia con 28 purpurados. América Latina con 19, América del Norte con  14.
África y Asia están representadas por su parte con 11 electores cada uno, mientras que sólo un cardenal procede de Oceanía.
La cifra final de cardenales que participaran en el cónclave aun no se ha dicho.


Por México participan:
El Arzobispo primado de México Norberto Rivera Carrera, nacido en Durango en 1942 , el  Arzobispo de Guadalajara José Francisco Robles , nacido en Mascota, Jalisco en 1949 y el Arzobispo emérito de Guadalajara Juan Sandoval Íñiguez , nacido en Yahualica, Jalisco el 28 marzo 1933.
Por Cuba participa el Arzobispo de La Habana Jaime Ortega y Alamino, nacido en Jagüey Grande, Matanzas,  el 18 de octubre de 1936.
Según analistas, ninguno de ellos se encuentra entre los papables…

Especulaciones y Desafíos

Analistas, periodistas, expertos y público en general manifiestan diversas opiniones sobre de qué continente será el nuevo Papa. Mientras unos afirman que será europeo, otros se inclinan por un latinoamericano y  una minoría asegura que será africano.
Según el sacerdote Eduardo de la Serna: “la cuestión no está tanto de dónde viene, sino hacia dónde va"
El nuevo Papa deberá enfrentar desafíos:
Recuperar la credibilidad de los fieles en la iglesia, dañada  por escándalos y crisis recientes : sacerdotes pederastas, la traición del mayordomo,  etc. 
Afrontar los retos y necesidades de América,  continente donde viven la mitad de los católicos del mundo;  Dar solución a aspectos pendientes  como la autorización de comulgar a divorciados, la reforma del Libro VI del Código de Derecho Canónico, que habla de las sanciones a sacerdotes que cometen delitos y el celibato opcional de los sacerdotes…
Esta en las manos de los cardenales electores elegir al  idóneo que pueda cumplir  estas tareas.

El Cónclave en la Literatura

Diversos autores han incursionado en la literatura con su visión muy particular de todo lo relacionado con los cónclaves. Así pues,  hay una gran variedad de novelas de ficción, tratados, ensayos,  y testimonios de sacerdotes muy ligados al Vaticano que permiten un acercamiento al  misterio de los conclaves.
Entre ellos están: “El Cónclave” de Martin Malachi (1978); “Roma sin Papa” de Guido Morselli (1987);  “Un voto por  la esperanza” de  Albert Salvado ( 2002 ); “Ecclesia futura” de  José Antonio  Fortea ( 2004);  “Los Secretos del Conclave” de los  autores Rita Monaldi  y Francesco Sorti ( 2005 );“Cónclave” de Roberto Pazzi ( 2005);” Conclave: Los secretos mejor guardados de unas horas decisivas “ de Rafael Ortega ( 2005); “El Conclave: Los  secretos de la elección del Papa al descubierto “de Alfredo Urdaci (2005) y ” Espía de Dios” de Juan Gómez-Jurado (2006)
Mi sugerencia: Seleccione uno y léalo, de seguro se enterará de cosas interesantes…

Curiosidades

- En el Conclave de 1268 en la ciudad de Viterbo se dio un caso excepcional: tras la muerte del papa Clemente IV hubo que encerrar a los cardenales en el palacio episcopal.
Después de casi tres años aun no se llegaba al acuerdo de quien sería el nuevo Pontífice, los desesperados habitantes decidieron no suministrar alimento alguno a los electores, excepto pan y agua. Los cardenales debieron captar la indirecta, porque se apresuraron a elegir a Gregorio X...

- Mientras no se elija al nuevo Papa, el Vaticano pondrá entre tanto en circulación sellos y monedas especiales con el escudo de sede vacante.  

-Según Wikipedia: “Las Profecías de san Malaquías son dos textos que se publicaron en 1595 y en 1690, y durante siglos se atribuyeron al arzobispo católico san Malaquías de Armagh (1094-1148). En dichos textos, se le asignó un lema correspondiente a cada papa de la iglesia católica, hasta el fin de los tiempos.
Ambos escritos se dieron a conocer siglos después ―cuando muchos de los sucesos predichos ya habían sucedido―, por lo que se han establecido serias dudas sobre su autenticidad. Es importante tener en cuenta que estas profecías no son parte del magisterio de la Iglesia Católica, y que la validez de su contenido nunca fue garantizada por la misma”.
Investigadores e historiadores opinan controvertidamente sobre ellas.

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